DURANTE LA FIESTA DEL CORDERO
martes, 1 de diciembre de 2009
miércoles, 25 de noviembre de 2009
BASE ARGUMENTAL DEL OBJETO DE LA ASOCIACIÓN, LÍNEA DE NUESTRAS ACCIONES Y MOTIVACIONES.
Un poco de historia
La expresión de “derechos humanos”, es de origen reciente. Su formula de inspiración francesa, “derechos del hombre”, se remonta a las últimas décadas del siglo XVIII. Pero la idea de una ley o legislador que define y protege los derechos de los hombres es muy antigua.
El año 1789, específicamente al 26 de Agosto de ese año donde la Asamblea Constituyente Francesa votó por unanimidad un conjunto de principios considerados esenciales en las sociedades humanas y en las que habían de basarse la Constitución Francesa (1791), y después otras muchas constituciones modernas. Tales principios, enunciados en 17 artículos, integran la llamada “Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano”. Esa declaración, aunque positiva todavía no recogía a la Mujer, que tardará casi un siglo más en empezar a ser reconocida.
Dicha declaración, a pesar de esto último, supone todo un avance, en sus artículos, estableciendo: la misma política y social para los ciudadanos que serán considerados iguales, el derecho a la libertad, a la propiedad, a la seguridad, a resistir la opresión, el libre ejercicio de los Derechos Naturales, la libertad de palabra y de imprenta... y demás derechos inherentes al hombre.
En esta etapa comienzan a dictarse las constituciones de carácter liberal, que protegían los derechos civiles y políticos, buscaban la protección de las libertades, y de vida. Esta etapa es llamada “Derechos de Primera Generación”, derechos básicos que se refieren a la persona individual donde vemos un decaimiento del absolutismo político y monárquico.
Posteriormente, la concepción de los derechos humanos deberá evolucionar como respuesta a una etapa donde aparecen nuevas ideologías o nuevas realidades sociales, entre ellas el comunismo o la revolución Industrial que exigían nuevas definiciones de los derechos inviolables para el ser humano. Se inician así los “Derechos de Segunda Generación”, que son específicamente derechos sociales y económicos, que contenían la esperanza de los hombres de mejorar sus condiciones de vida dentro de la sociedad, en lo económico y en lo cultural, lo que exige una ampliación de los propios derechos individuales abarcando a otros grupos y entendiendo que el individuo se desenvolvía en sociedad, en grupos que también debían ser respetados como iguales.
Podemos emplear varios ejemplos:
La Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
La Declaración de Derechos del Niño, de 1959.
La Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, de 1959.
La Convención sobre eliminación de todas las formas de discriminación de la mujer, de 1969.
La Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles inhumanas o degradantes, de 1984.
La Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, entre otros.
Estos nuevos derechos que se apodan derechos de segunda generación tienen que cumplir una forma social, el individuo tiene que ejercerlo con un sentido o función social.
Más actualmente surgen nuevos retos al ser humano, retos que ponen en crisis el propio modelo existencial y ante los que se ha de dar respuesta. Estamos ante los “Derechos de Tercera Generación”, son los Derechos Humanos, integrados por el derecho a la preservación del medio ambiente, al desarrollo económico de todos los pueblos, derecho a la paz, de los recursos naturales, del patrimonio cultural y artístico, etc.
Vemos que las necesidades de la vida humana crecen, se intensifican, demandan una mejor calidad de vida y como todo ello tiene reflejo en los derechos humanos que pasan de ser un mero reconocimiento de Hombre blanco occidental, a pasar por el respeto de otro grupos como mujeres, niños, otras culturas no occidentales y de ahí a respetar nuestro medioambiente, la paz etc., que facilita una mejor calidad de vida y desarrollo de las diversas culturas.
La Asociación AINDESOS se sitúa en esta Tercera Generación de DERECHOS, e intentamos aunar la nueva generación de derechos que abarca también a mujeres, niños de cualquier ámbito cultural o étnico, como el respeto a los Recursos Naturales, el Medio Ambiente y el Patrimonio humano.
La universalidad de los derechos humanos
Los Derechos Humanos se fundamentan en la naturaleza humana, tales derechos le son inherentes al hombre en cuanto tal, en cuanto tiene naturaleza, esencia de tal. Desde la antigüedad ha sido buscada la explicación sobre la naturaleza humana.
Los estoicos, percibieron la natural inclinación a hacer el bien, considerándolo como el primer principio, innato en la naturaleza del hombre; “haz el bien y evita el mal”.
Los derechos humanos son universales porque pertenecen a todos los hombres, a todos por igual, en todo tiempo y lugar; se encuentran de manera innata ligados a la naturaleza del hombre.
Estos se imponen al Estado y al Derecho positivo, son inalienables e imprescriptibles.
“Los derechos humanos significan una estimativa axiológica en virtud del valor justicia, que se impone al Estado y al Derecho positivo.” *
Respecto a la universalidad de los derechos humanos podemos señalar que comienza a partir del siglo XVIII, con la Independencia y la Revolución americanas de las Colonias Inglesas, y con la Revolución Francesa. En este tiempo comienza el constitucionalismo moderno y comienzan a surgir las declaraciones de derecho. Este movimiento adquiere gran difusión en el mundo.
DERECHOS HUMANOS COMO VALOR FUNDAMENTAL DE NUESTRA ENSEÑANZA
Parece importante de inicio hacer una breve reseña acerca de que son los derechos humanos. Y podría decir que son aquellas exigencias que brotan de la propia condición natural del hombre.
Cuando hablamos de la palabra derecho, hacemos hincapié en un poder o facultad de actuar, un permiso para obrar en un determinado sentido o para exigir una conducta de otro sujeto.
Son llamados humanos porque son del hombre, de la persona humana, de cada uno de nosotros. El hombre es el único destinatario de estos derechos. Por ende, reclaman reconocimiento, respeto, tutela y promoción de parte de todos, y especialmente de la autoridad.
Estos derechos son inherentes a la persona humana, así también son inalienables, imprescriptibles. No están bajo el comando del poder político, sino que están dirigidos exclusivamente por el hombre.
Así como todos los hombres poseen un derecho, siempre otro hombre o estado deberá asumir una conducta frente a esos derechos, de cumplir con determinadas obligaciones para facilitar su cumplimiento o reducir su falta de reconocimiento.
Mucho tienen que ver los derechos humanos con la democracia ante la expresión de la idea anterior. Los Estados donde se los reconoce, respeta, tutela y promueve son democráticos. Y los que no los reconocen son no – democráticos, o bien, autoritarios o totalitarios. Para que estos derechos humanos puedan realizarse, y reconocerse dentro de un ámbito real, el Estado, debe encontrarse en democracia, pues su propia existencia supone la base misma que justifica la democracia y deslegitima cualquier otra forma de gobierno
.
La democracia es la que permite que todos los hombres participen realmente del gobierno de manera activa e igualitaria, cooperando con el reconocimiento, respeto, tutela y promoción de los derechos humanos.
VALORES QUE ENFOCAMOS EN NUESTROS PROYECTOS
Los valores son la forma más abstracta de organización de ideas que permiten juzgar la conveniencia o inconveniencia de algo, su carácter bueno o malo etc.
Los valores permiten escoger metas y optar por ciertas normas concretas de vida; pero normas y metas son más susceptibles de influencia, pues son tienen un carácter tan radical como los valores, presentan más posibilidades y pueden ser modificadas en función del flujo de información.
La interacción de estos elementos da lugar a la aparición de ciertas creencias, que a su vez generan actitudes, es decir predisposiciones a reaccionar ante las situaciones. Su conjunto ejercerá una influencia decisiva sobre la conducta manifiesta de cada ser humano.
Aplicado a la violencia, encontramos que cuanto más desconocido o impreciso sea el sistema de valores de un individuo, grupo etc., mayor riesgo de que en algún momento tales personas se vean expuestas a usar la violencia como forma de resolver las distintas formas de violencia (física, psicológica etc.). Cuando los valores son claros, se generarán normas, metas etc. Que conducen a comportamientos estructuras y coherentes.
En este marco conceptual, el sistema educativo tiene una tarea contradictoria, a saber, educar para los valores y educar para la vida. Se suele pedir a todo nuestro sistema educativo que eduque en valores concretos:. Solidaridad, tolerancia etc.; pero nos olvidamos que en buena medida, la vida es violencia, conflicto, intolerancia. Cuando hablamos de la vida hablamos de los valores que priman en nuestra cultura occidental.
Se trata de formar, por lo tanto, en valores éticos, desde la escuela, espacio fundamental de socialización; desde la ética siempre, no desde la religión pues cada religión tiene su propia escala de valores.
De todas formas podemos ponernos de acuerdo en el uso de una serie mínima de valores para cualquier cultura, religión, un eje axial para seres humanos conscientes y responsables:
Respeto a la vida y a la dignidad humana. Es algo innegociable. Respetar nuestra vida y la de los demás.
La defensa de los derechos humanos: No tienen fronteras y son inalienables a la condición humana. Es un elemento esencial para trabajar desde nuestros centros educativos como base fundamental del trabajo en valores.
El amor, la Justicia social, la libertad.
Construcción de nuestra propia identidad.
LA ENSEÑANZA EN VALORES
Para Edgar Morin (y con su permiso, para nosotros también) la educación del futuro deberá de ser una enseñanza primera y universal centrada en la condición humana. Es evidente que la educación es una tarea humana, centrada en el diálogo entre los actores, dirigida a aquel aprendizaje que favorece la comprensión del mundo, de una mayor desarrollo de la personalidad y la mejor forma de aprovechar las capacidades, para abordar con éxito los problemas reales de una sociedad sometida a constantes cambios. Reconocernos en nuestra humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural inherente a todos ha definido las finalidades de la educación que pueden resumirse en tres grandes objetivos:
1 – Reflexionar sobre la mejor forma de poner la educación al servicio de la Humanidad. Asegurando el pleno ejercicio de los derechos democráticos y la cohesión social a través de la participación.
2 – Considerar la educación como un proceso caracterizado por una especial relación comunicativa a aprendizaje dialógico. Aprendizaje sostenido por los principios de igualdad y no-discriminación.
3 – Enseñar la condición humana teniendo presente su naturaleza como unidad compleja.
Se trata, en gran medida de enseñar los valores básicos que como los Derechos Humanos, son inherentes al ser humano y deben estar presentes en la mínima evolución de nuestra sociedad. Desde la enseñanza, como un acuerdo de mínimos, podemos establecer en formar sobre la base de la Carta de estos Derechos Humanos, como valores mínimos a enseñar como la base científica cierta de que al ser inherentes al ser humano, y bajo cualquier cultura, religión etc., es la base para el desarrollo del Ser Humano.
Un poco de historia
La expresión de “derechos humanos”, es de origen reciente. Su formula de inspiración francesa, “derechos del hombre”, se remonta a las últimas décadas del siglo XVIII. Pero la idea de una ley o legislador que define y protege los derechos de los hombres es muy antigua.
El año 1789, específicamente al 26 de Agosto de ese año donde la Asamblea Constituyente Francesa votó por unanimidad un conjunto de principios considerados esenciales en las sociedades humanas y en las que habían de basarse la Constitución Francesa (1791), y después otras muchas constituciones modernas. Tales principios, enunciados en 17 artículos, integran la llamada “Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano”. Esa declaración, aunque positiva todavía no recogía a la Mujer, que tardará casi un siglo más en empezar a ser reconocida.
Dicha declaración, a pesar de esto último, supone todo un avance, en sus artículos, estableciendo: la misma política y social para los ciudadanos que serán considerados iguales, el derecho a la libertad, a la propiedad, a la seguridad, a resistir la opresión, el libre ejercicio de los Derechos Naturales, la libertad de palabra y de imprenta... y demás derechos inherentes al hombre.
En esta etapa comienzan a dictarse las constituciones de carácter liberal, que protegían los derechos civiles y políticos, buscaban la protección de las libertades, y de vida. Esta etapa es llamada “Derechos de Primera Generación”, derechos básicos que se refieren a la persona individual donde vemos un decaimiento del absolutismo político y monárquico.
Posteriormente, la concepción de los derechos humanos deberá evolucionar como respuesta a una etapa donde aparecen nuevas ideologías o nuevas realidades sociales, entre ellas el comunismo o la revolución Industrial que exigían nuevas definiciones de los derechos inviolables para el ser humano. Se inician así los “Derechos de Segunda Generación”, que son específicamente derechos sociales y económicos, que contenían la esperanza de los hombres de mejorar sus condiciones de vida dentro de la sociedad, en lo económico y en lo cultural, lo que exige una ampliación de los propios derechos individuales abarcando a otros grupos y entendiendo que el individuo se desenvolvía en sociedad, en grupos que también debían ser respetados como iguales.
Podemos emplear varios ejemplos:
La Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
La Declaración de Derechos del Niño, de 1959.
La Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, de 1959.
La Convención sobre eliminación de todas las formas de discriminación de la mujer, de 1969.
La Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles inhumanas o degradantes, de 1984.
La Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, entre otros.
Estos nuevos derechos que se apodan derechos de segunda generación tienen que cumplir una forma social, el individuo tiene que ejercerlo con un sentido o función social.
Más actualmente surgen nuevos retos al ser humano, retos que ponen en crisis el propio modelo existencial y ante los que se ha de dar respuesta. Estamos ante los “Derechos de Tercera Generación”, son los Derechos Humanos, integrados por el derecho a la preservación del medio ambiente, al desarrollo económico de todos los pueblos, derecho a la paz, de los recursos naturales, del patrimonio cultural y artístico, etc.
Vemos que las necesidades de la vida humana crecen, se intensifican, demandan una mejor calidad de vida y como todo ello tiene reflejo en los derechos humanos que pasan de ser un mero reconocimiento de Hombre blanco occidental, a pasar por el respeto de otro grupos como mujeres, niños, otras culturas no occidentales y de ahí a respetar nuestro medioambiente, la paz etc., que facilita una mejor calidad de vida y desarrollo de las diversas culturas.
La Asociación AINDESOS se sitúa en esta Tercera Generación de DERECHOS, e intentamos aunar la nueva generación de derechos que abarca también a mujeres, niños de cualquier ámbito cultural o étnico, como el respeto a los Recursos Naturales, el Medio Ambiente y el Patrimonio humano.
La universalidad de los derechos humanos
Los Derechos Humanos se fundamentan en la naturaleza humana, tales derechos le son inherentes al hombre en cuanto tal, en cuanto tiene naturaleza, esencia de tal. Desde la antigüedad ha sido buscada la explicación sobre la naturaleza humana.
Los estoicos, percibieron la natural inclinación a hacer el bien, considerándolo como el primer principio, innato en la naturaleza del hombre; “haz el bien y evita el mal”.
Los derechos humanos son universales porque pertenecen a todos los hombres, a todos por igual, en todo tiempo y lugar; se encuentran de manera innata ligados a la naturaleza del hombre.
Estos se imponen al Estado y al Derecho positivo, son inalienables e imprescriptibles.
“Los derechos humanos significan una estimativa axiológica en virtud del valor justicia, que se impone al Estado y al Derecho positivo.” *
Respecto a la universalidad de los derechos humanos podemos señalar que comienza a partir del siglo XVIII, con la Independencia y la Revolución americanas de las Colonias Inglesas, y con la Revolución Francesa. En este tiempo comienza el constitucionalismo moderno y comienzan a surgir las declaraciones de derecho. Este movimiento adquiere gran difusión en el mundo.
DERECHOS HUMANOS COMO VALOR FUNDAMENTAL DE NUESTRA ENSEÑANZA
Parece importante de inicio hacer una breve reseña acerca de que son los derechos humanos. Y podría decir que son aquellas exigencias que brotan de la propia condición natural del hombre.
Cuando hablamos de la palabra derecho, hacemos hincapié en un poder o facultad de actuar, un permiso para obrar en un determinado sentido o para exigir una conducta de otro sujeto.
Son llamados humanos porque son del hombre, de la persona humana, de cada uno de nosotros. El hombre es el único destinatario de estos derechos. Por ende, reclaman reconocimiento, respeto, tutela y promoción de parte de todos, y especialmente de la autoridad.
Estos derechos son inherentes a la persona humana, así también son inalienables, imprescriptibles. No están bajo el comando del poder político, sino que están dirigidos exclusivamente por el hombre.
Así como todos los hombres poseen un derecho, siempre otro hombre o estado deberá asumir una conducta frente a esos derechos, de cumplir con determinadas obligaciones para facilitar su cumplimiento o reducir su falta de reconocimiento.
Mucho tienen que ver los derechos humanos con la democracia ante la expresión de la idea anterior. Los Estados donde se los reconoce, respeta, tutela y promueve son democráticos. Y los que no los reconocen son no – democráticos, o bien, autoritarios o totalitarios. Para que estos derechos humanos puedan realizarse, y reconocerse dentro de un ámbito real, el Estado, debe encontrarse en democracia, pues su propia existencia supone la base misma que justifica la democracia y deslegitima cualquier otra forma de gobierno
.
La democracia es la que permite que todos los hombres participen realmente del gobierno de manera activa e igualitaria, cooperando con el reconocimiento, respeto, tutela y promoción de los derechos humanos.
VALORES QUE ENFOCAMOS EN NUESTROS PROYECTOS
Los valores son la forma más abstracta de organización de ideas que permiten juzgar la conveniencia o inconveniencia de algo, su carácter bueno o malo etc.
Los valores permiten escoger metas y optar por ciertas normas concretas de vida; pero normas y metas son más susceptibles de influencia, pues son tienen un carácter tan radical como los valores, presentan más posibilidades y pueden ser modificadas en función del flujo de información.
La interacción de estos elementos da lugar a la aparición de ciertas creencias, que a su vez generan actitudes, es decir predisposiciones a reaccionar ante las situaciones. Su conjunto ejercerá una influencia decisiva sobre la conducta manifiesta de cada ser humano.
Aplicado a la violencia, encontramos que cuanto más desconocido o impreciso sea el sistema de valores de un individuo, grupo etc., mayor riesgo de que en algún momento tales personas se vean expuestas a usar la violencia como forma de resolver las distintas formas de violencia (física, psicológica etc.). Cuando los valores son claros, se generarán normas, metas etc. Que conducen a comportamientos estructuras y coherentes.
En este marco conceptual, el sistema educativo tiene una tarea contradictoria, a saber, educar para los valores y educar para la vida. Se suele pedir a todo nuestro sistema educativo que eduque en valores concretos:. Solidaridad, tolerancia etc.; pero nos olvidamos que en buena medida, la vida es violencia, conflicto, intolerancia. Cuando hablamos de la vida hablamos de los valores que priman en nuestra cultura occidental.
Se trata de formar, por lo tanto, en valores éticos, desde la escuela, espacio fundamental de socialización; desde la ética siempre, no desde la religión pues cada religión tiene su propia escala de valores.
De todas formas podemos ponernos de acuerdo en el uso de una serie mínima de valores para cualquier cultura, religión, un eje axial para seres humanos conscientes y responsables:
Respeto a la vida y a la dignidad humana. Es algo innegociable. Respetar nuestra vida y la de los demás.
La defensa de los derechos humanos: No tienen fronteras y son inalienables a la condición humana. Es un elemento esencial para trabajar desde nuestros centros educativos como base fundamental del trabajo en valores.
El amor, la Justicia social, la libertad.
Construcción de nuestra propia identidad.
LA ENSEÑANZA EN VALORES
Para Edgar Morin (y con su permiso, para nosotros también) la educación del futuro deberá de ser una enseñanza primera y universal centrada en la condición humana. Es evidente que la educación es una tarea humana, centrada en el diálogo entre los actores, dirigida a aquel aprendizaje que favorece la comprensión del mundo, de una mayor desarrollo de la personalidad y la mejor forma de aprovechar las capacidades, para abordar con éxito los problemas reales de una sociedad sometida a constantes cambios. Reconocernos en nuestra humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural inherente a todos ha definido las finalidades de la educación que pueden resumirse en tres grandes objetivos:
1 – Reflexionar sobre la mejor forma de poner la educación al servicio de la Humanidad. Asegurando el pleno ejercicio de los derechos democráticos y la cohesión social a través de la participación.
2 – Considerar la educación como un proceso caracterizado por una especial relación comunicativa a aprendizaje dialógico. Aprendizaje sostenido por los principios de igualdad y no-discriminación.
3 – Enseñar la condición humana teniendo presente su naturaleza como unidad compleja.
Se trata, en gran medida de enseñar los valores básicos que como los Derechos Humanos, son inherentes al ser humano y deben estar presentes en la mínima evolución de nuestra sociedad. Desde la enseñanza, como un acuerdo de mínimos, podemos establecer en formar sobre la base de la Carta de estos Derechos Humanos, como valores mínimos a enseñar como la base científica cierta de que al ser inherentes al ser humano, y bajo cualquier cultura, religión etc., es la base para el desarrollo del Ser Humano.
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